Somos una iglesia que cree en un DIOS personal, poderoso y que nos ve
Creemos, también, que el matrimonio es un ministerio que como todo ministerio que Dios levanta, es un llamado de Dios. Él nos llamó a los dos.
Cuando orábamos, antes de conocernos, nuestro anhelo era servir con nuestro cónyuge, juntos. Compartir la visión, tener la misma visión. Cada uno en sus funciones pero con un ministerio para los dos, que nos permitiera compartir la carga.
Antes de casarnos, en el tiempo de noviazgo, Dios nos permitió disfrutar de trabajar juntos. Sorprendernos de como el Señor ponía una idea en uno de nosotros y la completaba en el otro, frases que compartíamos, predicas que armábamos y sueños para el futuro. Con esto entendimos que Dios nos llamaba como equipo y que la mejor manera de cubrirse en el ministerio es estar con otro.
Es por esto que alentamos a quienes están esperando y orando por su esposo, por su esposa, a que trabajen en equipo y no solos. Porque de esta forma uno aprende a cubrir al otro, aprende a ceder, a agradecer, a valorar, a orar, a sobrellevar las cargar. Todo esto se aprende cuando uno sabe que si o si, tiene que trabajar con otro.
"¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? " Amos 3.3 (RVR 1960)
​
Saúl y Patricia Ayala